Conocete a Ti Mismo

 

“Conócete a ti mismo” es una frase que aparecía inscripta en el templo de Apolo en Delfos y que podemos ver plasmada tanto en documentos filosóficos serios como en discursos de autoayuda no demasiado serios. Esto no es menor, si tenemos en cuenta que la podemos transformar en nuestra cárcel o en el camino a la liberación.

La idea de conocerse a uno mismo que en mi opinión no es muy generativa, se da cuando se la utiliza como una manera de definirnos. “Yo soy así”, “No soy bueno para los deportes” son frases que en boca de cualquier persona lo lleva a un callejón sin salida. Solo piensen que si yo, que soy quien más me conozco por ser el único que tiene acceso a mi mundo interior, es decir soy el máximo experto en mi mismo, digo que no puedo hacer algo… cuales son las posibilidades de que pueda hacerlo en algún momento?
Los seres humanos NO estamos condenados a ser de una manera determinada, somos el producto de nuestras acciones. Hoy somos la consecuencia de nuestras acciones del pasado y mañana seremos la consecuencia de nuestras acciones de hoy. El ser humano se define en el hacer.

Los griegos no utilizaban esta frase para aplicarla al pasado, más bien la utilizaban proyectada hacia el futuro, aludiendo a que cada uno debe preocuparse por lo que hace, analizar su comportamiento, para de esa manera dirigirlo en la dirección correcta. En el sentido griego, quien se conoce es alguien capaz de gobernarse a sí mismo, de poner sus acciones a las órdenes de su mente con un objetivo claro.

Podemos seguir culpando a los demás o a las circunstancias de ser como somos o reflexionar acerca de nuestro “estar siendo” para definir cuáles serán las acciones que nos llevarán al que “queremos ser”.
Tal como lo dice Rafael Echeverria “No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, y lo hacemos, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser.”